Madre sólo hay una. Y la nuestra, como muchas de las cosas más interesantes de esta vida, surgió una noche de borrachera. Los borrachos en cuestión, Jorge Bentura y Patricia Álvarez discutiendo sobre el rock, formaciones en castellano, voces, guitarras y el gusanillo que entra después de pasar mucho tiempo haciendo versiones. “Tío, tenemos que montar una banda” Y lo mejor: Recordarlo al día siguiente. Tardamos poco en convencer a Blaky, batería pensante y antiguo compañero de Jorge en otras formaciones, y él mucho menos en enamorarnos y en hacernos creer que esto podía tomar forma. Sí, querido amigo, la barracuda es un pez, y también sale a la superficie los días de tormenta. La búsqueda de bajista se alargó un poco más de lo que en un principio esperamos, hasta que un día Mr. Frankie, el señor del rickenbacker, y sus botas entraron por la puerta. Y no dejamos que se fuera. Ni a Frankie, ni a su rickenbacker, ni a ninguna de sus botas. Y así surgen las cosas. Cada uno de nuestro padre, con nuestro rock, blues, hard and jam las canciones empiezan a fluir cargadas de todas las intenciones que después de todo este tiempo guardábamos dentro de forma clara, directa y sincera. No hay más, sin trampa ni cartón, esta es nuestra declaración de principios y el recorrido por nuestras fantasías musicales. Y siempre, por supuesto, con todo el cariño de nuestras Madres.