Una canción que nace con vocación de tema de videojuego de carreras en clave de hard-rock. Nuestro San elías particular bien pudiera ser cualquiera de nosotros, un tipo aparentemente normal que pierde la cabeza (otro caso noticiable y televisivo). la duda razonable reside en saber qué mató a nuestro hombre, si la cocaína o la puta vida que nos ha tocado vivir.