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MP3 8.8 MB • 128 kbps • 9:36
Story behind the song
Sueño del que procede la música para entenderla:
Un lugar a la orilla de un puerto, de noche. Gran cantidad de gente se agolpa frente a un escenario inmenso en penumbra, mientras degustan la cena cómodamente arrellanados en sus butacas y charlan animosamente. De fondo, lejos, viejos timbres de campana de barcos viejos y viejas bocinas, se diluyen en el aire, arrastrándose hasta los oídos de los comensales. Poco a poco, empiezan a encenderse luces ténues en el escenario, van de atrás hacia delante, dejando iluminado un pasillo casi invisible. Por el pasillo aparecen poco a poco actores ataviados con monos de mecánicos azules, verdes, amarillos, naranjas, y van colocándose en fila, delante del público, que empieza a aplaudir su presencia. La fila se abre, y los actores empiezan a ejercer toda clase de saltos y piruetas imposibles, suspendiendo sus cuerpos por un instante en el aire en mágicas cabriolas -son funambulistas y acróbatas. El público, entusiasmado, aplaude cada pirueta, a cual más desafiante. Un clamor sobrevuela el graderío cuando los actores empiezan a crear una montaña, unos sobre otros, amorfa y de exiguo equilibrio. Se produce un momento de tensión, y finalmente, todos los actores son uno, uno gigante y deforme, que se tambalea amenazante sobre el público. Éste rompe en aplausos cuando la torre empieza a desmoronarse, con los acróbatas deshaciéndose en uno a una velocidad endiablada. De pronto, un ruido eléctrico inunda el escenario y todas las luces se apagan, quedándo sólo prendidas las candilejas del proscenio que dibujan quebradas figuras en el telón de fondo. Desde la parrilla, empieza a descender una especie de lanzas enormes, fosforescentes, que iluminan el escenario con una verde neblina lechosa. Conforme llegan al suelo, los actores las desatan de las cuerdas y las empuñan por el mango, verticales e inhiestas, colocándose en sendas filas delante de los bastidores. El público está espectante. Delante del telón de fondo se descuelga una pantalla de tela sobre la que se empieza a proyectar unas imágenes borrosas envueltas en un zumbido burbujeante. La gente no entiende nada, hasta que se oye el lamento. Es la bestia. Una voz en off la presenta y desaparece la pantalla. De fondo, y tras el escenario, comienza a oirse un rugido lejano, o quizás no tanto, que empieza a acercarse, atronador. Mientras, los actores mantienen sus posiciones, imperturbables. La gente comenta y murmura, desasosegada, y de pronto, por el bastidor, empieza a entrar una especie de jaula cubierta por un gran telamen, que viene empujada por más actores vestidos de mecánicos y la gente aplaude de nuevo, no sin cierto nerviosismo. La jaula queda en el centro, y los mecánicos, empuñando las luminosas lanzas de dos en dos, se van colocando alrededor de ella. Al instante, todos a una van empujando las lanzas dentro de la jaula, atravesando la gran tela que la cubre. Dentro, un resplandor verdoso la vuelve traslúcida, apenas dejando entrever una masa informe y bamboleante. La bestia ruge una y otra vez, una y otra vez, mientras entre el público se ha hecho el silencio más absoluto. De la parrilla empieza a descender un cielo azul y luminoso que se expande y lo engulle todo, y todo va desapareciendo. El público, mientras desaparece, sigue con su cena, como si nada hubiera pasado. Toda la imagen se aleja, el público ya no existe, y el cielo azul que lo ha devorado todo, deja paso a un parque lejano, donde inocentes niños juegan a que son mecánicos; ¿y quién se va en el tren? "
Dream from which the music proceeds to understand it:
"A place on the edge of a port, at night. Lots of people crowded in front of a huge stage in gloom, while they savor dinner comfortably in their seats and cheerfully chat. In the background, far away, old bells of old ships and old horns, thin in the air, crawling into the ears of diners. Little by little, faint lights begin to appear on the stage, going back and forth, leaving an almost invisible passagewa
