Cuando no puedo dormir,
tomo tu mano en la oscuridad
y los monstruos se alejan
en busca de paz.
Eres la luz dentro del sueño.
Eres la paz que anhelo;
el aroma preciso que me evoca
un instante feliz;
el arrullo que limpia mis heridas;
eres lo que quiero sentir.
Cuando no puedo dormir,
siento tu alma a mi alrededor
con tus ansias de vivir,
tus disfraces y miedos.
Y es que tan solo somos niños
que se están haciendo viejos,
con amarras y exceso de equipaje
que te impide volar.
Sigue el rastro que dejan tus deseos;
yo te espero al final.
Cuando no puedo dormir,
aletean por la estancia los latidos
del viaje que emprendimos.
Pájaro que huyó hacia el sur,
eres mi tú.
Y también, al despertar,
tomo tu mano en la oscuridad.