VALLE DE CONLARA
No hay horas, no hay amaneceres,
el tiempo se aquieta...
solamente el cielo se va
encendiendo apenas
desde atr?s de unas monta?as
Parece el ?ltimo lugar,
el ?ltimo del mundo,
el ?ltimo tan puro.
Un r?o casi seco a?ora
caudales de otras vidas,
vuelve a los campos
de las batallas perdidas.
Vigilan desde calmos vuelos
las aves gigantes...
su silencio atento a?n
va tejiendo historias
de inocentes fantasmas.
Emerge la porci?n final
de un para?so oculto,
el ?ltimo tan puro.
Un r?o casi seco a?ora
caudales de otras vidas,
vuelve a los campos
de las batallas perdidas.